La Organización de las Naciones Unidas (ONU) Fue fundada el 24 de octubre de 1944 en San Francisco (California), por 51 países, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, con la firma de la Carta de las Naciones Unidas y es la mayor organización internacional existente. Se define como una asociación de gobiernos global que facilita la cooperación en asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos. En junio de 1989, el gobierno del presidente Alfredo Cristiani, convocó a una reunión de diálogo que se realizó el 15 de septiembre de ese año en la Ciudad de México; allí se acordó la solicitud conjunta de mediación dirigida al Secretario General de Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar quién tras consultar al Consejo de Seguridad, nombró como representante especial al peruano Álvaro de Soto. El 11 de noviembre de 1989, el FMLN lanzó una ofensiva general para demostrar su fuerza militar. La ofensiva fue contenida por la Fuerza Armada, que sin embargo sufrió gran cantidad de bajas. Tras esta batalla, muchos analistas consideraron demostrada la imposibilidad de la victoria militar de cualquiera de las dos partes en contienda. La intervención directa del Secretario General de Naciones Unidas, logró sentar a las partes en Nueva York el 25 de septiembre de 1991, en la sede de Naciones Unidas. En dicha cumbre se acordaron las garantías mínimas de seguridad para un cese al fuego
Onusal Fue fundada el 26 de julio de 1991 Se estableció formalmente para la verificación del respeto a los Derechos Humanos. Desde el 1 de enero de 1991 se había establecido una oficina que preparó las condiciones mínimas de funcionamiento de la misión, siendo dotada de abogados, educadores, verificadores de Derechos Humanos, personal militar y civil. Pese a que el acuerdo de San José establecía que la misión se instauraría después del cese al fuego, ambas partes en contienda pidieron a Naciones Unidas que se pusiese a funcionar antes de lo planificado. Precursores: Profesor Pedro Nikken, Experto Independiente para El Salvador de la Comisión Derechos Humanos de la ONU, quien expresó que: “Los Acuerdos de Paz… no se limitaron a solventar las cuestiones militares sino que construyeron un denso programa de reformas destinadas a atacar algunas de las causas profundas del conflicto, a garantizar el respeto de los derechos humanos y a impulsar la democratización del país...”.
Comisión Nacional para la Consolidación de la Paz (COPAZ). Compuesta por miembros de todas las fuerzas políticas del país, constituyéndose en la primera comisión multipartidaria en el El Salvador. Además, se obtuvieron los acuerdos necesarios para la modificación constitucional sobre la Fuerza Armada. Además fue el ente encargado de supervisar especialmente el cumplimiento de los numerales g, h y j, en los términos estipulados en el Acuerdo de Nueva York del 25 de septiembre de 1991.
El Foro de Concertación Económica y Social Organismo donde tendrían representación los sindicatos, las asociaciones empresariales y el Estado para dialogar sobre la política económica del país. Cumplimiento de los acuerdos de los Acuerdos de Paz El cese definitivo de los combates se dio el 1 de febrero de 1992, bajo la supervisión de COPAZ y la presencia notable de ex comandantes del FMLN y sus antiguos enemigos formales. Para que dicha reunión pudiese darse, la Asamblea Legislativa aprobó el 23 de enero una Ley de Reconciliación Nacional, mediante la cual el Estado salvadoreño se privaba de abrir causas legales contra los combatientes de la guerra, abriendo una amnistía nacional. La baja masiva y paulatina de efectivos de la Fuerza Armada se fue dando mientras los ex combatientes guerrilleros se desplegaban de las zonas ocupadas hacia quince áreas que previamente se habían establecido para dicho propósito. El armamento guerrillero fue depositado en contenedores controlados por ONUSAL, salvo aquellas armas pequeñas destinadas a la defensa personal. Agentes policiales de varios países acompañaron en tareas de patrullaje a la Policía Nacional, la cual había dejado de depender del Ministerio de Defensa Nacional; dicho acompañamiento se dio hasta la creación de la Policía Nacional Civil. Por otro lado, la repartición de tierras a los ex combatientes llevó más tiempo de lo previsto, así como la instauración de la Academia Nacional de Seguridad Pública y la legalización del FMLN como partido político. Dichos retrasos empezaron a crear tensión entre las fuerzas políticas, lo que llevó a COPAZ a convocar a una recalendarización, la cual se llevó a cabo el 12 de junio de 1992. Dicha calendarización fue modificada en repetidas ocasiones para ajustarse a los plazos reales que marcaba el ritmo del avance del proceso; es así que, varios meses después de lo previsto, el 15 de diciembre de 1992 se celebró oficialmente el fin definitivo del conflicto armado. La principal crítica a la consecución de los acuerdos es sobre la parcialidad del cumplimiento, destacándose todos los esfuerzos en cumplir en su totalidad los acuerdos referentes a la Fuerza Armada, Derechos Humanos y fuerza policial, destinando gran cantidad de recursos a reformar esos rubros. El debilitamiento de la Fuerza Armada, la creación de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y el fortalecimiento masivo de la Policía Nacional Civil ocuparon la agenda principal. Sin embargo, el tema económico y social se vio relegado a un segundo plano, provocando críticas y polarización política entre el partido en el gobierno y el FMLN como naciente partido político. Participación política legal del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (F.M.L.N) La actitud que el FMLN sostuvo sobre los eventos electorales salvadoreños durante la década de los ochenta fue de rechazo al considerarlo como meras maniobras de contrainsurgencia patrocinadas por los norteamericanos “imperio” al que por mucho tiempo consideraron su enemigo principal a vencer en su guerra de liberación nacional. El FMLN consideró las elecciones de 1982 como un peligro real que podía iniciar un proceso de inconstitucionlización democrática en el país y que inhibiría el existente ánimo insurreccional de las masas según ellos. Debido a esta concepción atacó militarmente aquellas elecciones. En 1984 la disputa electoral se centró entre el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y relativamente recién surgida Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). El ex presidente José Napoleón Duarte, entonces candidato a la Presidencia por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), fue considerado por los insurgentes como la pieza fundamental de la contrainsurgencia para ese período, ya que estaban seguros que el triunfo de Duarte iba a consolidar más el proceso de inconstitucionalización democrática e iba a generar un gran apoyo diplomático al proceso democrático salvadoreño. El FMLN vio estas elecciones como otra amenaza más en contra del fortalecimiento del proyecto revolucionario par la toma deponer por la vida armada. Las elecciones de 1985 y 1988 fueron atacadas bajo la misma tónica por la guerrilla. En 1989 para las elecciones presidenciales fue que los rebeldes plantearon una fórmula concreta para participar en ellas aún en el marco de la guerra. El planteamiento estaba basado ya no en el esquema de que el FMLN tenía la ventaja estratégica en la correlación de fuerzas político-militares, sino en el esquema de la existencia de un empate militar. Bajo esta concepción la comandancia general de la guerrilla planteó retrasar 6 meses las elecciones par que el parte del Frente pudiera arreglar aspectos relativos al evento electoral, tales como inscripción, carnetización de sus bases, etc. Por lógica política, la propuesta guerrilla no prosperó pero significó que podía llegar algún día a participar en elecciones y abandonar la vía armada. Hoy el panorama es claro puesto que el FMLN se reconvierte en un partido político legal bajo el marco de los acuerdos definitivos alcanzados y la firma de los acuerdos finales de paz, con el compromiso claro de desmontar, a través de un proceso su estructura militar. Esta era la garantía que los demás partidos políticos legalmente inscritos tenían para facilitar con sus votos en la Asamblea Legislativa o en el Concejo Suprema Electoral la legalización del Frente Guerrillero “reconvertido” en un ente político pardista con fines electorales. Lo que si queda claro es que el derrumbamiento de la cortina de hierro y por consiguiente el fin de la guerra fría, facilitó e influenció grandemente la solución política del conflicto salvadoreño, llevando al FMLN a una reformulación de su pensamiento y concepciones políticas e ideológicas. El derrumbamiento del Socialismo Real y el FMLN Después de la ofensiva hasta el tope los insurgentes quedaron en una especie de indefinición ideológica y política debido al agotamiento de toda una concepción estratégica basada en la insurrección de las masas. Sin embargo el golpe mas fuerte provino del derrumbamiento de la “Cortina de Hierro”. Para las elecciones de 1989 y 1990 el proceso democrático salvadoreño se vio fortalecido con la reincorporación de partidos políticos de izquierda, situación que vino dejando en la practica más aislado el propósito de violencia del FMLN y en general de grupos extremistas incluidos grupos ultraderechistas
Onusal Fue fundada el 26 de julio de 1991 Se estableció formalmente para la verificación del respeto a los Derechos Humanos. Desde el 1 de enero de 1991 se había establecido una oficina que preparó las condiciones mínimas de funcionamiento de la misión, siendo dotada de abogados, educadores, verificadores de Derechos Humanos, personal militar y civil. Pese a que el acuerdo de San José establecía que la misión se instauraría después del cese al fuego, ambas partes en contienda pidieron a Naciones Unidas que se pusiese a funcionar antes de lo planificado. Precursores: Profesor Pedro Nikken, Experto Independiente para El Salvador de la Comisión Derechos Humanos de la ONU, quien expresó que: “Los Acuerdos de Paz… no se limitaron a solventar las cuestiones militares sino que construyeron un denso programa de reformas destinadas a atacar algunas de las causas profundas del conflicto, a garantizar el respeto de los derechos humanos y a impulsar la democratización del país...”.
Comisión Nacional para la Consolidación de la Paz (COPAZ). Compuesta por miembros de todas las fuerzas políticas del país, constituyéndose en la primera comisión multipartidaria en el El Salvador. Además, se obtuvieron los acuerdos necesarios para la modificación constitucional sobre la Fuerza Armada. Además fue el ente encargado de supervisar especialmente el cumplimiento de los numerales g, h y j, en los términos estipulados en el Acuerdo de Nueva York del 25 de septiembre de 1991.
El Foro de Concertación Económica y Social Organismo donde tendrían representación los sindicatos, las asociaciones empresariales y el Estado para dialogar sobre la política económica del país. Cumplimiento de los acuerdos de los Acuerdos de Paz El cese definitivo de los combates se dio el 1 de febrero de 1992, bajo la supervisión de COPAZ y la presencia notable de ex comandantes del FMLN y sus antiguos enemigos formales. Para que dicha reunión pudiese darse, la Asamblea Legislativa aprobó el 23 de enero una Ley de Reconciliación Nacional, mediante la cual el Estado salvadoreño se privaba de abrir causas legales contra los combatientes de la guerra, abriendo una amnistía nacional. La baja masiva y paulatina de efectivos de la Fuerza Armada se fue dando mientras los ex combatientes guerrilleros se desplegaban de las zonas ocupadas hacia quince áreas que previamente se habían establecido para dicho propósito. El armamento guerrillero fue depositado en contenedores controlados por ONUSAL, salvo aquellas armas pequeñas destinadas a la defensa personal. Agentes policiales de varios países acompañaron en tareas de patrullaje a la Policía Nacional, la cual había dejado de depender del Ministerio de Defensa Nacional; dicho acompañamiento se dio hasta la creación de la Policía Nacional Civil. Por otro lado, la repartición de tierras a los ex combatientes llevó más tiempo de lo previsto, así como la instauración de la Academia Nacional de Seguridad Pública y la legalización del FMLN como partido político. Dichos retrasos empezaron a crear tensión entre las fuerzas políticas, lo que llevó a COPAZ a convocar a una recalendarización, la cual se llevó a cabo el 12 de junio de 1992. Dicha calendarización fue modificada en repetidas ocasiones para ajustarse a los plazos reales que marcaba el ritmo del avance del proceso; es así que, varios meses después de lo previsto, el 15 de diciembre de 1992 se celebró oficialmente el fin definitivo del conflicto armado. La principal crítica a la consecución de los acuerdos es sobre la parcialidad del cumplimiento, destacándose todos los esfuerzos en cumplir en su totalidad los acuerdos referentes a la Fuerza Armada, Derechos Humanos y fuerza policial, destinando gran cantidad de recursos a reformar esos rubros. El debilitamiento de la Fuerza Armada, la creación de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y el fortalecimiento masivo de la Policía Nacional Civil ocuparon la agenda principal. Sin embargo, el tema económico y social se vio relegado a un segundo plano, provocando críticas y polarización política entre el partido en el gobierno y el FMLN como naciente partido político. Participación política legal del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (F.M.L.N) La actitud que el FMLN sostuvo sobre los eventos electorales salvadoreños durante la década de los ochenta fue de rechazo al considerarlo como meras maniobras de contrainsurgencia patrocinadas por los norteamericanos “imperio” al que por mucho tiempo consideraron su enemigo principal a vencer en su guerra de liberación nacional. El FMLN consideró las elecciones de 1982 como un peligro real que podía iniciar un proceso de inconstitucionlización democrática en el país y que inhibiría el existente ánimo insurreccional de las masas según ellos. Debido a esta concepción atacó militarmente aquellas elecciones. En 1984 la disputa electoral se centró entre el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y relativamente recién surgida Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). El ex presidente José Napoleón Duarte, entonces candidato a la Presidencia por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), fue considerado por los insurgentes como la pieza fundamental de la contrainsurgencia para ese período, ya que estaban seguros que el triunfo de Duarte iba a consolidar más el proceso de inconstitucionalización democrática e iba a generar un gran apoyo diplomático al proceso democrático salvadoreño. El FMLN vio estas elecciones como otra amenaza más en contra del fortalecimiento del proyecto revolucionario par la toma deponer por la vida armada. Las elecciones de 1985 y 1988 fueron atacadas bajo la misma tónica por la guerrilla. En 1989 para las elecciones presidenciales fue que los rebeldes plantearon una fórmula concreta para participar en ellas aún en el marco de la guerra. El planteamiento estaba basado ya no en el esquema de que el FMLN tenía la ventaja estratégica en la correlación de fuerzas político-militares, sino en el esquema de la existencia de un empate militar. Bajo esta concepción la comandancia general de la guerrilla planteó retrasar 6 meses las elecciones par que el parte del Frente pudiera arreglar aspectos relativos al evento electoral, tales como inscripción, carnetización de sus bases, etc. Por lógica política, la propuesta guerrilla no prosperó pero significó que podía llegar algún día a participar en elecciones y abandonar la vía armada. Hoy el panorama es claro puesto que el FMLN se reconvierte en un partido político legal bajo el marco de los acuerdos definitivos alcanzados y la firma de los acuerdos finales de paz, con el compromiso claro de desmontar, a través de un proceso su estructura militar. Esta era la garantía que los demás partidos políticos legalmente inscritos tenían para facilitar con sus votos en la Asamblea Legislativa o en el Concejo Suprema Electoral la legalización del Frente Guerrillero “reconvertido” en un ente político pardista con fines electorales. Lo que si queda claro es que el derrumbamiento de la cortina de hierro y por consiguiente el fin de la guerra fría, facilitó e influenció grandemente la solución política del conflicto salvadoreño, llevando al FMLN a una reformulación de su pensamiento y concepciones políticas e ideológicas. El derrumbamiento del Socialismo Real y el FMLN Después de la ofensiva hasta el tope los insurgentes quedaron en una especie de indefinición ideológica y política debido al agotamiento de toda una concepción estratégica basada en la insurrección de las masas. Sin embargo el golpe mas fuerte provino del derrumbamiento de la “Cortina de Hierro”. Para las elecciones de 1989 y 1990 el proceso democrático salvadoreño se vio fortalecido con la reincorporación de partidos políticos de izquierda, situación que vino dejando en la practica más aislado el propósito de violencia del FMLN y en general de grupos extremistas incluidos grupos ultraderechistas
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